La Fiscalía pedía tres
años de cárcel para cuatro acusados- en un principio eran cinco pero uno
falleció- por dejar de alimentar a más de medio centenar de animales y causar
la muerte por inanición a 25 animales en un centro hípico que arrendaron en
Okendo (Álava) y en otras dos fincas en Güeñes y Gordexola (Bizkaia).
En la vista celebrada
hoy los abogados de los cuatro acusados y la Fiscalía han llegado a un acuerdo
que ha sido aceptado por los procesados por lo que el juez ha dictado sentencia
oral. Uno de los cuatro acusados ha sido absuelto al retirar el Ministerio
Fiscal la acusación contra él mientras que los tres restantes han sido
condenados a diez meses de cárcel, que no les va a suponer el ingreso en
prisión, como coautores de un delito continuado de maltrato animal.
Además han sido
inhabilitados durante dos años y un día para el ejercicio de cualquier
profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y tendrán que
indemnizar a la Diputación de Álava con 100.662 euros.
Los hechos se remontan a
mayo 2014 cuando los hoy condenados arrendaron el "Club Hípico Cobar"
de Okendo y dos fincas en Güeñes y en Gordexola para tener allí caballos. Desde
entonces asumieron el cuidado de estas instalaciones y sus animales pero en una
fecha no determinada dejaron "voluntariamente" de darles alimento y
agua.
En el caso de Güeñes, pese a los requerimientos de la Diputación de Bizkaia para que se prestase la atención necesaria a los caballos, éstos seguían sin estar cuidados. Por ello, en noviembre de 2014 trabajadores forales acudieron a la finca, donde encontraron un equino muerto, otro agonizante y doce desnutridos.
Poco después los
funcionarios de la Diputación se presentaron en Gordexola para decomisar los
animales y se encontraron con ocho caballos muertos y diez desnutridos. En
Okendo la cabaña desatendida ascendía a treinta caballos, tres asnos, seis
perros, una cerda vietnamita, una gallina y dos patos.
Ocho de los caballos
estaban muertos cuando llegó el personal de la Diputación alavesa y el resto se
encontraban desnutridos, sin acceso a agua ni alimentos, así como encerrados o
atados. La Diputación de Álava asumió los gastos de mantenimiento, cuidado y
atención de los animales que sobrevivieron.
Entre la hípica de
Okendo y las fincas de Gordexola y Güeñes los caballos fallecidos fueron 18
aunque también se encontró a 26 equinos desnutridos, algunos de los cuales
murieron posteriormente. La lista de fallecidos ascendió finalmente a 25.