Un hombre de 48 años ha sido condenado a 37 años de prisión por abusar sexualmente de forma reiterada de sus dos sobrinas, de 14 y 16 años, y violar a la menor de ellas.

Los abusos comenzaron en 2010. El hombre realizó tocamientos a la mayor de sus sobrinas en la playa, y los abusos se prolongaron hasta 2013 en el domicilio familiar. Posteriormente el acusado comenzó a realizarle tocamientos también a la hermana menor hasta que llegó a violarla en el año 2014.

Las menores no lo denunciaron porque porque tenían "miedo a romper la familia" y "a no ser creídas". El acusado era el primo de su padre y, según dicta la sentencia, les había repetido en numerosas ocasiones que no volvería a hacerlo. Además, la mayor "tenía temor de romper la familia y a que su padre pudiese perder su trabajo como represalia ya que era empleado del acusado", y solo decidió contar lo ocurrido cuando descubrió "lo que había hecho" con su hermana pequeña.

Además de la condena privativa de libertad, el acusado ha sido condenado a 19 años de libertad vigilada y una orden de alejamiento de 500 metros a sus víctimas, con las que no podrá comunicarse en los próximos 62 años.