La Audiencia de Lleida ha condenado a cinco años de cárcel a un leridano de 52 años acusado de abusar sexualmente de su hija, una menor de nueve años, y para el que el Ministerio Público pedía 12 años de prisión.
Según argumenta el tribunal en su sentencia, para imponerle esta pena, que Fiscalía ya ha anunciado que estudia recurrir, ha tenido en cuenta como semieximente que el acusado "tiene una grave dependencia enólica y está diagnosticado como alcohólico crónico, lo que tuvo una clara influencia en la comisión del delito".
Los hechos sucedieron en fecha indeterminada entre 2013 y febrero de 2014 cuando un día, estando en el domicilio familiar, el condenado le pidió a su hija menor, que entrara en la habitación de matrimonio y le hiciera una felación. Para conseguir su objetivo, el acusado puso una silla detrás de la puerta de la estancia y le dijo a la pequeña, que inicialmente se mostró reacia a satisfacer los deseos de su padre, que no podría salir de la habitación hasta que le chupara el pene.
La menor sabía qué le estaba pidiendo su padre ya que, tal como explicó posteriormente, éste le había enseñado unos días antes unos vídeos pornográficos en el ordenador. Finalmente, la pequeña accedió y, tras salir de la habitación, no contó nada de lo sucedido hasta octubre de 2014, cuando la madre, que en esos momentos ya no tenía relación con su marido, que había sido condenado por malos tratos a ella y a sus hijos, le dijo que tenían que acudir a una cita con un psicólogo, que le haría unas preguntas.
En este sentido, y pese a esta mala relación entre los padres de la víctima, la Audiencia descarta que la madre de la niña hubiera acusado a su marido de abusar de la menor por resentimiento o venganza, ya que la convivencia familiar ya estaba rota por entonces y los ingresos de los que ella disponía provenían fundamentalmente de la pensión que le pasaba el padre de sus hijos.
La Audiencia da además total credibilidad al relato de la menor como prueba básica de la acusación. "Tiene absoluta credibilidad tanto por lo que dijo como por el modo en el que lo hizo, dando múltiples detalles que debido a su edad debían ser necesariamente fruto de unos episodios realmente vividos", concluye.
Teniendo en cuenta todo ello la Audiencia condena al padre como autor de un delito de abuso sexual a una menor, con la concurrencia de la circunstancia semieximente de alcoholismo, a 5 años de prisión, además de la inhabilitación de la patria potestad durante seis años y la prohibición de acercarse o comunicarse con su hija durante los seis años, y a indemnizar a su hija con 9.000 euros.