El Ayuntamiento de Córdoba no eliminará de las marquesinas de los autobuses municipales los carteles en los que una asociación católica pide rezar frente a las clínicas donde se practican interrupciones voluntarias del embarazo.

La postura municipal se basa en que la campaña no incumple ninguna normativa de las que regulan la publicidad, según han afirmado fuentes del equipo de gobierno formado por PP y Ciudadanos.

A la petición de retirada formulada por el Consejo del Movimiento Ciudadano se han unido hoy el grupo municipal de IU y la Federación de Asociaciones Vecinales de Córdoba Al-Zahara. La entidad vecinal reclama en un comunicado que "el Ayuntamiento y Aucorsa (la empresa municipal de transporte urbano), como supervisores de la concesión de publicidad de las marquesinas", retirasen la campaña porque "es contraria al ejercicio libre y sin coacciones de una ley en vigor".

La viceportavoz municipal de IU, Alba Doblas, y la responsable local de Feminismo de esta organización política, Sacri Pozo, han manifestado "su más absoluta indignación por los anuncios" y han responsabilizado al gobierno municipal "por haber permitido el uso de espacios públicos para atentar contra los derechos de las mujeres y fomentar el acoso a las mismas cuando ejercen un derecho legal como es el aborto".

"Entendemos que el Ayuntamiento debe ejercer en todo momento su labor de vigilancia, en el marco del interés público, porque en publicidad no todo vale ni todos los anuncios están permitidos", señalan en el comunicado, en el que piden la retirada de la campaña.

La acción está promovida por Cancelados, que se define en su web, alojada por la Asociación Católica de Propagandistas, como una "legión de espíritus libres que ha venido a este mundo enrarecido para dar voz a gente normal que ha sido cancelada por decir cosas de sentido común".

La Asociación Católica de Propagandistas colocó 260 carteles repartidos en marquesinas y estaciones de Metro de 33 ciudades de España que muestran desde este miércoles un "provocador mensaje" ejerciendo de "altavoz contra las próximas reformas de la ley del aborto y del Código Penal", según cuentan en su web.

La Asociación Católica de Propagandistas está inscrita como entidad religiosa por el Ministerio de Justicia y está presidida por Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad CEU San Pablo.

Ayer, la empresa que gestiona la explotación de soportes publicitarios en Murcia, JCDecaux, retiró la campaña promovida por esa asociación antiabortista que anima a rezar ante las clínicas donde se practican interrupciones voluntarias del embarazo.

Por su parte, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, defendió, también ayer, mantener la publicidad contra el aborto en las marquesinas de la ciudad que ha instalado esa asociación católica porque considera que al Ayuntamiento no tiene competencia para juzgar la opinión del anunciante y cree que debe prevalecer la libertad de expresión.