En Bilbao tienen un truco para prevenir los resfriados: ponerse un cordón al cuello por San Blas. Y es que este santo es el patrón que protege de anginas, tos y otras molestias de la garganta, o al menos eso se dice.
Al lado de la iglesia de San Nicolás, numerosos puestos ofrecen estos cordones tradicionales en todo tipo de colores y combinaciones, que los feligreses luego llevan al interior del templo para que se los bendigan.
Pero en los alrededores de la iglesia no solo se venden estos cordones tradicionales, sino también todo tipo de dulces típicos para delicia de los más golosos.
Una festividad en la que, al margen de la fe, son muchos los que se acercan para hacerse con un cordón que aleje los resfriados para el resto del invierno.