Un reiterado cántico comenzó a oírse al principio de la corrida. Los presentes pedían "libertad" en contra de la 'Ley de toros a la Balear', que prohibirá que se mate y dañe al animal:"La fiesta sin sangre no tiene sentido", ha afirmado un aficionado. La de Padilla en Palma no fue una corrida más. Podría ser la penúltima. Aun así, los aficionados están convencidos de que la ley no seguirá adelante y que el recurso del Gobierno la paralizará.

El torero valenciano Román, único matador de toros que cortó una oreja

Fuera de la Plaza de Palma, los antitaurinos se manifestaban desde antes de la corrida hasta que acabó. Demandaban más de lo que plantea 'la Ley de toros a la balear'. "Es una decisión bastante light. No estamos de acuerdo y queremos la abolición total", reclama una antitaurina a la salida de plaza. Mientras, dentro de la Plaza, Padilla daba la vuelta al ruedo con la bandera española y se sucedían las muestras de apoyo a los toreros.

"No tiene ningún sentido, lo hacen desde el desconocimiento de lo que es la fiesta", afirma 'El Fandi'. Unas críticas a las que se suman sus compañeros. "Todo el mundo está sufriendo en estos momentos. Deseamos que el Gobierno central tome nota de esta situación", ha señalado Padilla. Lo decía justo antes de salir por la puerta grande de una corrida que puede ser la penúltima en Palma.

Ginés Marín toreando en una imagen de archivo