Según ha declarado una de sus profesoras, Asunta Basterra tomaba polvos blancos. Esto es lo que le contó la niña el 9 de julio, el mismo día que asistió a clase con síntomas de somnolencia: "Ella me dijo no. Yo no tengo alergia, no sé qué me están dando, tengo mal sabor de boca".
Un matiz que también ha destacado la empleada del hogar de la familia. Así ha relatado cómo encontró a la niña después estar enferma en casa de Alfonso: "Me dijo que tenía mal sabor de boca".
Todos los profesores destacan la excelente memoria de la niña, pero el 9 de julio Asunta no recordaba nada: "Ni de lo que había desayunado ni de lo que había pasado en los últimos días".
Para la niña tampoco fue normal la presunta agresión que sufrió en su casa de madrugada. Se lo contó a la madre de una de sus amigas. La testigo llamó a Charo para contrastar la versión y esto fue lo que más le sorprendió: "Y que acabara de suceder esto y que me la mandara y que no hubiera ido ni al hospital ni a la comisaría".
Amigos y profesores, todos los testigos han declarado que Asunta tenía una salud excelente, salvo su madrina: "Yo no sé si tuvo algo de alergia en la primavera. Le tengo oído decir que tenían alergia todos".
Precisamente de este tema ha declarado su pediatra. Ha asegurado que nunca le receto antihistamínicos, sólo un corticoide suave para la nariz.