Una hora antes del asalto de decenas de inmigrantes en Melilla, un grupo menos numeroso, de entre 20 y 30 inmigrantes, había sido detectado en las proximidades de otro paso fronterizo, el de Beni Enzar.
Hasta el lugar se habían desplazado numerosas patrullas de la Guardia Civil, reforzadas desde el aire por el helicóptero del instituto armado dedicado a la vigilancia fronteriza.
Sin embargo, el mayor grupo de inmigrantes, mientras los agentes se concentraban en una zona sur del perímetro, se encontraba en un lugar situado más al norte, a unos seis kilómetros.
De acuerdo con las fuentes, este doble intento, casi simultáneo, puede ser una estrategia "de distracción" para que el grupo más numeroso consiguiera mayor efectividad.
A las puertas del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), decenas de subsaharianos se han concentrado para seguir la ida y venida de coches policiales, en tanto la carretera de circunvalación ha tenido que ser cortada por razones de seguridad.
El último intento de entrada masiva de subsaharianos se produjo hace justo una semana, el pasado 1 de octubre, cuando otros 200 subsaharianos lo intentaron por una zona de la valla próxima al aeropuerto, sin que ninguno consiguiera entrar a Melilla.