En la Comunidad de Madrid
La denuncia de la madre de Rafa, un niño con autismo: se queda sin campamento porque no hay "personal específico" para atender sus necesidades
Los detalles El Ayuntamiento de Torrelodones (Madrid) le ha negado a Rafa acudir al campamento porque "el servicio no cumplía las condiciones" para atenderle. "Una vulneración total de los derechos de Rafa", denuncia su madre, Julia González.
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En estos días sin colegio, muchos niños disfrutan de campamentos urbanos u otras actividades, sin embargo, no todos pueden. Es el caso de Rafa, un niño con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) o autismo o autismo de Torrelodones (Madrid). El Ayuntamiento no tiene "personal específico" para atender sus necesidades.
El Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo que afecta a varias áreas del funcionamiento de la persona, como son, por ejemplo, la comunicación o la interacción social. En España, esta condición afecta a 1 de cada 100 personas.
Cuando Julia González, madre de Rafa, se interesó por el campamento para su hijo, informó de inmediato sobre sus necesidades especiales: "Les dije que no tenía control de esfínteres, que suele ser un problema", explica. También le preguntaron si Rafa estaba escolarizado en un centro de Torrelodones, un requisito obligatorio según el Ayuntamiento para poder inscribirlo.
Julia les explicó entonces que tuvo que matricularlo en un centro especial en Pozuelo de Alarcón, también en la Comunidad de Madrid, al iniciar Educación Primaria, ya que el colegio de Torrelodones no podía atender sus necesidades.
Finalmente, Julia recibió un correo de la Concejalía de Educación en el que se le informa de que el servicio no cumple las condiciones para atender a su hijo, es decir, que no cuentan con "profesionales específicos" para estos menores. Una vulneración total, según denuncia, de los derechos de Rafa.
"Es una discriminación total, se están centrando solo en una parte de la población [...] Hay otra parte, que son los niños neurodiversos, a los que no se les está prestando un servicio público", subraya.
Por su parte, Laura Donis, trabajadora social y cofundadora y CEO de Empower, una organización que trabaja en el ámbito de la mediación y la educación cultural, señala que lo ocurrido con Rafa "responde a una falta de planificación total que no contempla la inclusión como un criterio obligatorio".
Una situación más frecuente de lo que parece y con graves consecuencias para las familias: "El 88% de las familias con hijos dentro del Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) presentan dificultades para conciliar la vida personal y laboral. Además, 7 de cada 10 madres deben reducir su jornada o incluso dejar sus empleos para atender a sus hijos".
Excluir a niños como Rafa, concluye Donis, "es privarlos de herramientas sociales, de ocio y de comunicación, fundamentales para su desarrollo futuro".