Rocío se ha quedado en la calle junto a su marido y sus dos hijos. De nada le han servido los gritos y lágrimas con los que interrumpió el pleno del Ayuntamiento de Córdoba. Rocío lleva cuatro años pidiendo un alquiler social para su familia, pero finalmente se ha ejecutado la orden de desahucio. El piso les cuesta 350 euros, y la única fuente de ingresos de la familia son los 426 euros de paro que ahora cobra su marido.