6.30 de la mañana. La policía accede al interior de la casa de Susana. Intentan desalojar a los más de 50 vecinos que han pasado la noche haciendo tapón en las escaleras del edificio para evitar su desahucio.

"Han empezado a venir los policías, nos han agarrado del cuello y a un compañero lo han tirado al suelo y se ha quedado inconsciente. A mi me han agarrado del pelo y me han dejado marcas en el brazo", nos cuenta Raquel Martín, una mujer agredida durante el desahucio.

Pero la resistencia ha sido en vano. Susana, su marido y sus dos hijos, de 7 y 10 años, se quedan en la calle. Sin ingresos y en paro, llevan dos años ocupando esta casa de la Empresa Municipal de la Vivienda. Han intentado negociar con ellos, pero, asegura Susana, no ha servido de nada: "Hemos estado yendo día tras día a la EMV, pero no han querido llegar a ningún acuerdo".

"Si no tienes casa, te quitan a los niños. No tienen para comer ni para pagar", nos cuenta una vecina. Tras el desahucio, la policía se lleva retenidas a 22 personas, algunas de ellas por no llevar documentación o no querer identificarse. "Nos acusan de estar en una vía pública montando escándalo, pero yo les apoyo porque también estoy desahuciada", relata una de las detenidas.

Algunas han sido puestas ya en libertad, pero las otras 11 permanecen detenidas y se encuentran en la comisaría de Moratalaz. La policía les acusa de resistencia y desobediencia a agentes de la autoridad. Están a la espera de pasar a disposición judicial.