A partir de la denuncia de una de las víctimas, se ha iniciado la operación en la cual han sido detenidas diez personas de nacionalidades rumana, española y rusa, dos de ellas residentes en Rumanía. Se han localizado a 34 mujeres obligadas a ejercer la prostitución, 24 de ellas en Lleida y el resto en Terrassa y el Raval barcelonés. 

Según la policía, los máximos responsables de la trama son tres hermanos que actuaban como proxenetas, mientras que el resto de familiares ejercían de conductores, controladores o realizaban envíos de dinero.

La operación, que se ha desarrollado en el marco del Plan Integral contra la Trata de Seres Humanos impulsado por la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, se inició en marzo a raíz de una denuncia presentada por una ciudadana rumana que aseguraba ser víctima de trata y explotación sexual por parte de un grupo familiar, liderado por su propio marido. 

La mujer explicaba que su marido la amenazaba con matar al bebé que tenían en común para coaccionarla a ejercer la prostitución en la calle y en clubes de alterne y a cometer diferentes delitos de robo y hurto en comercios de enclaves turísticos o en el metro de la ciudad condal.

A lo largo de la operación policial, se averiguó que la organización disponía también de infraestructura en Rumanía, donde residen la madre y una hermana de los tres proxenetas. Estas dos mujeres eran las encargadas de retener al bebé como medida de presión y de recibir las remesas de dinero desde Barcelona.

A los detenidos se les imputan delitos de trata de seres humanos, pertenencia a organización criminal, relativos a la prostitución, amenazas, lesiones, coacciones, contra el patrimonio, malos tratos habituales en el ámbito familiar, contra el derecho de los trabajadores y contra el derecho de los ciudadanos extranjeros.