María Lúcia De Almeida Braga fue rescatada por la policía tras 16 años de cautiverio gracias al aviso de una persona. Según ha confirmado uno de los oficiales, la brasileña que ya ha cumplido 36 años, estaba encerrada en una habitación alejada del paso de los vecinos, por lo que "no importaba lo fuerte que gritara, ella no iba a ser escuchada".

La joven fue encerrada cuando solo tenía 20 años, su familia decidió meterla en el zulo tras quedarse embarazada de un desconocido. A pesar de la oposición de su madre, su padre y su hermano la atraparon en la habitación de tres metros cuadrados donde nació su bebé.

El pequeño fue entregado a otra familia y su madre continuó en la habitación que no tenía electricidad, por lo que la única luz que tenía era la que penetraba por una pequeña ventana. María Lúcia tampoco contaba con un baño así que la habitación tenía un fuerte olor a orina y heces, según señala el diario 'Mail'.

Para rescatar a la joven, la policía tuvo que romper varios candados que bloqueaban la puerta de la habitación. Según fuentes policiales "ella corrió hacia los agentes con los brazos abiertos cuando los vio. Estaba en una habitación con sólo una hamaca".

Una denuncia anónima llevó a la policía al compuesto a distancia y tuvieron que romper cuatro cerraduras para entrar en la habitación

El hermano de la víctima ya ha sido detenido y condenado a ocho años de prisión por arresto ilegal y maltrato. A pesar de su participación, el padre no ha sido juzgado debido a su estado de salud, ya que sufrió un derrame cerebral.

Según la policía, la joven "está recuperando su peso normal, ya que estaba muy delgada. María Lúcia habla con dificultad, pero está empezando a escribir". Los agentes también han localizado a su hijo que pronto se volverá a encontrar con su madre.