Las primeras investigaciones apuntan a un posible fallo humano, según se puede extraer de las declaraciones ed Joan Jané, quien asegura que "ante los hechos, hay unas presuntas implicaciones delictivas, que no quiere decir que deban conformarse. Se está investigando".
Y es que las condiciones de la carretera no eran extrañas. El accidente se produjo hacia 6 de la mañana en la AP-7 cerca de Freginals, Tarragona. La vía estaba completamente despejada, con muy poco tráfico, en una recta que tiene un radar de tramo.
Además, los cinturones de seguridad del autobús estaban en regla y el tacógrafo muestra que se respetaron los tiempos de descanso del conductor. sin embargo, lo cierto es que perdió el control.
El autobús se desvió hacia la derecha y luego realizó una pequeña maniobra hacia la izquierda, cuya causa se cree que fue un fuerte volantazo del conductor que le hizo invadir el sentido contrario chocando contra un turismo.
Su versión será clave para esclarecer las causas, pero de momento no se puede conocer porque ha tenido que ser ingresado por una contusión pulmonar a causa del impacto, y tampoco pudo hacerlo ante los Mossos un día antes tras sufrir un ataque de ansiedad. El conductor dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas, y tiene 30 años de experiencia.