Las investigaciones se iniciaron a raíz de la denuncia presentada en Chiclana de la Frontera por una madre cuyo hijo, de 13 años, había sido víctima hasta de cuatro episodios de abusos sexuales por parte de un hombre que había entrado en contacto con su hijo utilizando la red social Instagram.
En ella se ganó la confianza del menor, para después amenazarle con revelar el contenido de una serie de conversaciones privadas de contenido sexual si no le enviaba imágenes posando desnudo. Una vez obtenidas las imágenes del menor, las amenazas y las coacciones para mantener relaciones sexuales no se hicieron esperar, repitiendo los abusos hasta en cuatro ocasiones.
Las investigaciones de los guardias civiles llevaron a los agentes a verificar que, por su modo de actuar, podría estar detrás de otros episodios cometidos en la provincia. En concreto averiguaron que se trataba de la misma persona que había sido detenido hace tan sólo un mes en Jerez de la Frontera y que estaba en libertad con cargos a la espera de juicio.
La Guardia Civil procedió a la localización de este hombre a través de la red y descubrió que era un auténtico 'depredador sexual' que utilizaba sus conocimientos informáticos para acceder a los menores a través de redes sociales, en las que se ganaba la confianza de las víctimas.
Por sus archivos, los agentes averiguaron que había estado acosando hasta a nueve menores en las localidades de Jerez de los Caballeros (Badajoz), Chipiona y Chiclana de la Frontera, con el objetivo de coaccionarlos y mantener relaciones sexuales con ellos, unas prácticas que "se habían hecho mucho más peligrosas" últimamente. Los agentes detuvieron a este hombre, vecino de Chipiona, en Chiclana de la Frontera y la titular del juzgado de Instrucción número cuatro de Chiclana ha decretado su ingreso en prisión.
La Guardia Civil alerta continuamente de los riesgos asociados a las nuevas tecnologías y para evitar casos como éste recomienda no captar imágenes de contenido sexual y, de hacerlo, no reenviarlas a través de las aplicaciones móviles o redes sociales, y, en caso de recibirlas, no almacenarlas en teléfonos u ordenadores. También recuerda que una vez que se comparte un archivo o se sube a una red, se deja de tener control sobre el mismo.