Los Mossos de la comisaría de Mollet del Vallès (Barcelona) recibieron una denuncia de los familiares de Martínez Singul por violencia en el ámbito doméstico ocurrida en una vivienda de La Llagosta.

Cuando los agentes acudieron a la vivienda se encontraron con que Martínez Singul se negaba a dejarlos entrar y amenazaba con autolesionarse con un cuchillo en caso de que los Mossos intentaran acceder al domicilio, han informado fuentes de la Policía autonómica.

Ante la actitud del denunciado, los agentes pidieron la activación del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) que envió refuerzos hasta la casa de Martínez Singul.

Finalmente, Alejandro Martínez Singul pudo ser detenido, sin que llegara a herir a ningún agente, acusado de un delito de violencia dentro del ámbito doméstico, y está a la espera de ser puesto a disposición judicial.

Martínez Singul salió en libertad en julio de 2013 después de cumplir tres años de cárcel, su última condena por intentar abusar de una niña de 12 años, y tras someterse a un programa psicosocial y a tratamiento farmacológico de inhibición del deseo sexual.

El "segundo violador del Eixample", Alejandro Martínez Singul.

Este violador reincidente ya fue condenado en 1993 a 65 años de cárcel por diez violaciones y otros cuatro intentos a menores de entre 10 y 15 años, a las que siempre asaltaba en los rellanos o en el ascensor de sus viviendas del distrito del Eixample barcelonés.

Tras la condena salió de prisión en 2007 sin que se le considerara rehabilitado después de cumplir el máximo de 16 años de pena que le correspondían de acuerdo con el antiguo Código Penal.

Su puesta en libertad abrió un debate jurídico sobre las medidas que se deben adoptar ante violadores y asesinos reincidentes. De hecho, desde que obtuvo aquella libertad, Singul protagonizó nuevas agresiones sexuales y en junio de 2008 fue detenido de nuevo y extraditado a Perpiñán (Francia), donde cumplió nueve meses de prisión por exhibicionismo ante una escolar en esa población francesa.

En junio de 2010, la Audiencia de Barcelona le condenó a tres años y nueve meses de cárcel por su último intento de violación a una niña de 12 años, cometido mientras estaba en libertad provisional.