Tanto los familiares como los abogados del sacerdote detenido en El Salvador han asegurado que no hay pruebas suficientes para arrestarle. Por esta razón, su familia pide su liberación.

"No hay hechos que prueben eso, ni han encontrado nada. Sólamente presuntas pruebas", ha asegurado Mari Carmen López, madre del sacerdote.

El padre Antonio Rodríguez, más conocido como el padre Toño, se fue a ‘El Salvador’ como misionero. Tras estar 15 años ayudando a pandilleros y a presos en las cárceles de la zona central de América, ha sido detenido.

"El mismo día de la detención estaba hablando con él cuando sentí las sirenas de la policía", ha confesado Mari Carmen López, madre del sacerdote.

La Fiscalía de ‘El Salvador’ ha acusado al sacerdote español de tráfico de influencias, así como de aprovechar su posición para pasar objetos prohibidos, como móviles, televisiones u otros dispositivos electrónicos, al interior de las prisiones.

Aunque asuntos exteriores y su orden religiosa están en continuo contacto con el religioso, su familia está preocupada porque lleva más de 20 días sin saber nada de él.

"Nosotros no podemos hablar con él. Esperemos que esté bien", ha declarado el hermano del sacerdote, Javier Rodríguez.

El padre Toño nació y creció en Daimiel, un pueblo de Ciudad Real. Cada domingo, tanto familiares como vecinos se reúnen en las puertas del Ayuntamiento del pueblo con el objetivo de ejercer presión para que el sacerdote regrese con ellos.

"Lo necesitamos aquí. Es mi hermano, y lo queremos con nosotros. Es muy joven", ha destacado Javier.

Asimismo, ya existe una campaña en la plataforma Web ‘Change.org’ en la que exigen su puesta en libertad “inmediata y sin cargos”.

Actualmente, la familia se encuentra a la espera de que el juicio se celebre pronto. Un litigio en el que se decidirá el futuro del padre Toño.