Dos personas han sido detenidas por la Policía Nacional por delitos de maltrato animal en Vélez-Málaga tras hallar en una finca 22 caballos y cuatro perros enfermos, desnutridos,y en estado de abandono. Entre los animales se ha encontrado un poni que tuvo que ser sacrificado porque sufría una lesión incurable en una de sus patas que le provocaba un continuo dolor que no podía ser curado.

Además, se localizaron dos yeguas en estado de salud crítico ya que una tenía delgadez extrema, heridas infectadas y úlceras en gran parte de su cuerpo, y otra una lesión ensangrentada en una de sus patas.

Después de la intervención veterinaria, los animales han sido entregados a varias asociaciones, según ha informado la Policía en un comunicado. La investigación comenzó cuando una asociación defensora de los animales alertó a los agentes de la situación de abandono de los animales.

Los caballos eran propiedad de uno de los propietarios de la finca, de 44 años, y los perros pertenecían al otro arrestado, de 75 años. Los cuatro perros también carecían de los cuidados básicos, especialmente en la alimentación ya que tres presentaban delgadez extrema y estaban cercados por escombros, y una hembra de raza bodeguera carecía de algunas piezas dentarias y tenía grandes dificultades para caminar a cuatro patas.

Ninguno de los canes había sido vacunado ni identificado individualmente mediante el chip electrónico, algo que la normativa establece con un plazo máximo de tres meses desde su nacimiento. Además, algunos de los caballos tampoco tenían el dispositivo obligatorio. Durante las pesquisas, los agentes constataron que otros dos perros habían sido rescatados el pasado enero en la finca por una asociación de protección animal al necesitar tratamiento veterinario urgente.

Uno de ellos tenía una herida sangrante en el cuello, provocada por una cuerda que lo mantenía atado todo el día, por lo que requirió treinta puntos de sutura, y también presentaba una grave enfermedad parasitaria. El segundo fue hallado con las orejas amputadas y una tibia fracturada y tuvieron que extraerle los espolones porque estaban en estado de putrefacción.