El arrestado seleccionaba sucursales en las que los trabajadores fueran mujeres y que tuvieran una única puerta, y una vez en el interior intimidaba a las personas que estuvieran en el local con un arma corta, llevándose únicamente la cantidad en efectivo que se encontrara en los cajones y dispensadores.

Un robo perpetrado en el mes de octubre en una sucursal bancaria de Valencia puso en alerta a los investigadores españoles, señala la Policía, que comprobaron cómo las características físicas del autor, un individuo corpulento, coincidían con las de un activo ladrón de bancos francés que actuaba en solitario y había sido detenido hacía seis años. Tras cumplir parte de la condena en España fue extraditado a Francia, donde aún le quedaban 10 años más de prisión.

En agosto de este año, aprovechando un permiso penitenciario, rompió la pulsera de vigilancia electrónica y regresó a España con documentación falsa para reanudar su actividad delictiva. Los agentes empezaron a relacionarle, además de con el atraco de Valencia, con dos cometidos en el mes de octubre, uno en Alicante y otro en Sitges (Barcelona).

Mientras se intentaba su localización, el detenido volvió a actuar durante los meses de noviembre y principios de diciembre en tres ocasiones, en Alicante y en las localidades malagueñas de Torremolinos y Marbella. La Policía señala que gracias a los mecanismos de colaboración con Francia se vinculó al investigado con una mujer, también de nacionalidad francesa, y se pudo averiguar que ambos residían en un chalet de una urbanización marbellí.

El dispositivo de vigilancia establecido en las inmediaciones del inmueble culminó con la detención del atracador de bancos. En la investigación han participado agentes de la UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial, de las Brigadas Provinciales de Policía Judicial de Valencia, Alicante, Málaga y Zaragoza, y de la Comisaría de Marbella.