El motorista pilotó sin luces, sin carnet y sin seguro durante varios kilómetros.

El estado de la moto era deplorable, en lugar del depósito de gasolina llevaba incrustada una garrafa de plástico con el líquido.

Huyó de la policía y en la persecución se saltó señales y semáforos, y hasta se subió a la acera, causando el pánico entre los viandantes.

Durante más de media hora estuvo este motorista huyendo de la policía. Tras salir de la ciudad, el conductor temerario se adentró en el carril contrario cuatro kilómetros, hasta que en una rotonda perdió el control y se estrelló contra una patrulla.

Tras la colisión, el individuo trató de salir huyendo pero fue arrestado por la policía. Ahora será juzgado por un delito contra la seguridad del tráfico.