La Policía ha arrestado por un robo multimillonario cometido en Suiza a un fugitivo francés que se ocultaba de la Justicia en la localidad geronesa de Llers. El ahora detenido, un objetivo de alto valor para Francia, tenía una orden europea de detención por robo organizado con armas, daños, incendio provocado y pertenencia a organización criminal, delitos por los que se enfrenta a la cadena perpetua.

Este hombre había huido tras ser detenido junto a parte de su organización criminal por un robo cometido en 2019, cuando una decena encapuchados fuertemente armados asaltaron dos furgones blindados y se hicieron con un botín de 11 millones de francos suizos (unos 11,1 millones de euros). Uno de los furgones además fue quemado, así como dos de los vehículos que los delincuentes usaron para huir.

En un primer momento, la Policía española localizó al fugitivo en Málaga junto a otros miembros de su organización, pero su rastro acabó conduciendo a los agentes a Girona, donde el fugitivo se ocultaba en una pequeña finca rústica y completamente aislada en el campo, a las afueras de Llers. Allí, el prófugo pasaba casi todo el día encerrado y contaba con numerosas medidas de seguridad para evitar ser atrapado, incluidas cámaras de vigilancia y perros adiestrados que le alertasen de desconocidos en la zona.

Cuando los policías le sorprendieron en la vivienda, intentó huir por una ventana, sin éxito. Además, en el interior los agentes encontraron un secadero de marihuana, varios kilos de droga y un arma de fuego con la numeración borrada, así como 2.625 euros en efectivo y documentación falsificada.