Hasta diez comunidades han comenzado a suspender las operaciones consideradas no urgentes, ante el incremento de las ocupaciones en hospitales y unidades de cuidados intensivos. Algunas de estas intervenciones se han retrasado hasta tres meses, alargando el sufrimiento de muchos pacientes.

Es el caso de María Teresa, a quien le han retrasado por segunda vez su operación. Tiene todos los dedos del pie izquierdo montados y es imposible encontrar calzado que pueda llevar. Ahora, con el preoperatorio hecho, desde Sanidad de la Comunidad Valenciana creen que su intervención puede esperar.

"El período de carencia del análisis y del electro que me hice en agosto están a punto de caducar", asegura a laSexta María Teresa.

La situación en otras comunidades no es mejor. De ello da fe José Carlos, en Málaga, a quien directamente le han dicho que es "candidato a intervención".

"Me dijeron que era candidato a intervención y yo dije: ¿esto qué es, un concurso?", se pregunta. Padece un síndrome de Arnold Quiari que le paraliza la cara y le impide seguir con su profesión, camionero: "Yo no puedo ponerme a trabajar, porque si me da un mareo con un camión que llevo 30.000 kilos encima, la que puedo liar".

Los sindicatos médicos de la Comunidad de Madrid han pedido que se suspendan las operaciones no urgentes, para disgusto de familiares de pacientes, como es el caso de Natalie López. Su marido lleva 16 meses y medio de baja.

La razón de estos retrasos viene debido a la ocupación hospitalaria en alza: las UCI están al 28,46% de su capacidad y los hospitales, al 15,14%. Además, los sanitarios advierten: la pendiente de la tercera ola está siendo más acusada que en la segunda.