Con tan solo 11 años, Laura ya ha donado por segunda vez su pelo a los niños con cáncer que pierden su pelo por los efectos de la quimioterapia. La primera vez que lo hizo tenía solo nueve años y ahora, dos años después, ha decidido repetir la experiencia.
Lo hace, dice, porque "quizás los niños más pequeños les miran raro y a lo mejor se sienten extraños", por lo que supone que con la peluca "se sentirán más cómodos".
Ahora muestra orgullosa su nuevo look y afirma que le da igual la opinión del resto. "Igual me ven y piensan que soy un niño, pero a mi no me importa, la verdad, yo sé que soy una niña", ha explicado.
Su pelo ha sido enviado a 'Mechones Solidarios', una entidad de Málaga que fabrica pelucas para niños como el hijo de Lorena, que celebra gestos como el de Laura. "Me parece muy humano y una iniciativa muy bonita... total, el pelo crece".
El Hospital Abente y Lago, A Coruña, se convirtió hace 12 años en el primer banco de pelucas de España. Desde entonces, ya han dejado más de 1.000 pelucas que, antes de ser prestadas, son puestas a punto por los alumnos de peluquería e imagen.
"Cualquiera que recibiera una peluca, sea del pelo que sea, del color que sea, como sea, le gustaría", ha celebrado Laura, que asegura que estará otros dos años sin cortárselo para volver a donarlo.