El mes de mayo, uno de los que más días libres recoge, cerrará a lo grande con tres festivos autonómicos. El primero tuvo lugar ayer, 30 de mayo. Fue festivo en Canarias por ser el día de la comunidad, pero también en otras zonas, como Toledo, por el Corpus Christi. Hay una región de España que disfrutará de un fin de semana de cuatro días gracias a dos festivos autonómicos, según recoge el calendario laboral de España. Se trata de Castilla-La Mancha. La comunidad autónoma tiene esta semana de dos festivos seguidos pegados al fin de semana. Es decir, los trabajadores librarán de forma seguida jueves, vieres, sábado y domingo.

Hay otras zonas en las que también tienen jornada de descanso este viernes. Por ejemplo, en el caso de la Comunidad de Madrid, son tres las localidades: San Fernando de Henares, Arroyomolinos y Cabanillas de la Sierra. Las dos primeras también tuvieron festivo el jueves 30 de mayo. En Andalucía también es festivo en la localidad cordobesa de El Guijo, la granadina Güéjar Sierra y en las sevillanas de Alcalá de Guadaíra, Albaida de Aljarafe, Gerena y La Rinconada. En Málaga en Cútar y Casabermeja.

Por qué es festivo en Castilla-La Mancha

En el caso de Día de Castilla-La Mancha, el festivo sustituye el descanso laboral correspondiente al día 8 de diciembre, Inmaculada Concepción, recoge la web del gobierno autonómico. La jornada se dedica a rememorar algo que ocurrió hace algo más de 40 años: la constitución de las Cortes de Castilla-La Mancha y el inicio de la primera legislatura autonómica el 31 de mayo de 1983. Sin embargo, la estructura del proyecto se gestó casi 100 años antes de la mano de Floridablanca, según declaraciones del profesor de Historia de la UCLM, Ángel Monterrubio, a la Cadena SER. La partición cogía parte de Albacete, que pertenecía a la Región de Murcia, junto con Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Toledo y Madrid. Pero esta división fue modificado en los años siguientes hasta que en Javier de Burgos diseñó en 1833 la actual división de provincias.

Así, el historiador señala que con la aprobación de la Constitución de 1978 el foco estuvo puesto en conseguir la autonomía, materializada en un documento. Este texto se empezó a redactar el 21 de julio de 1981 en el Parador de Manzanares, en Ciudad Real. De hecho, se bautizó con este nombre, el ‘Estatuto de Manzanares’. La redacción del texto corrió a cargo de una Asamblea Mixta de 118 parlamentarios dirigidos por cinco miembros, según recoge la web de las Cortes.

Su redacción ocupó varias semanas en las que se debatieron enmiendas y se trasladó el texto final, aprobado el 3 de diciembre en Alarcón, al Congreso de los Diputados. Finalmente, entró en vigor como Ley Orgánica en agosto de 1982. Este documento, marcó la división de poderes en la región en su artículo tercero: "Los poderes de la región se ejercen a través de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Son órganos de la Junta: las Cortes de Castilla La Mancha, el Presidente de la Junta y el Consejo de Gobierno". En el 9 se detalló las función principal de las Cortes de Castilla-La Mancha: la representación del pueblo de la región.

Así, este texto puso en marcha la labor de la cámara, cuyas funciones principales son la elección del Presidente de la Junta, elaborar las leyes, aprobar el presupuesto anual de la Comunidad Autónoma y controlar la acción ejecutiva del Consejo de Gobierno. La primera vez que se homenajeó su puesta en marcha fue en 1984, tan solo un año después del primer encuentro. Lo hicieron las zonas de Alcázar de San Juan, Guadalajara, Cuenca, Albacete, Consuegra, Villarrobledo, Tomelloso, Sigüenza, Toledo, Manzanares, Puertollano o Talavera de la Reina, señala la citada fuente.