Son 50 kilómetros en carreteras de montaña los que tiene que hacer Alicia Fernández para poder llevar a su hija Naiara al pediatra. "Supone una hora de bajada, más una hora de subida y el tiempo que estés allí", dice Fernández.

Es a lo que se enfrenta esta vecina de Ortigosa, en la sierra de Cameros. Pero no es la única. Asegura que la falta de pediatra la sufren unos 100 niños de la comarca. "Tienes que estar pensando, bajo ahora, no bajo, los saco del colegio, perdemos toda la mañana para que le miren los oídos", explica.

No es el único problema que tienen en la zona. "La ambulancia se baja a Logroño a hacer otros servicios y si hay una emergencia aquí, no tenemos ambulancia", explica Inmaculada Sáez, de la plataforma SOS Cameros.

"La UVI móvil no entra a los pueblos. Espera en la resta de entrada de un pueblo que se llama Torrecillas", agrega.

En la comarca de Pradoluengo, en Burgos, han puesto lazos blancos en las ventanas. Tienen dos médicos para atender a 14 pueblos. "La población que antes estaba atendida por tres médicos, ahora está por dos, así que lo sufrimos todos", cuenta Antonio Miguel Arauzo, alcalde de Pradoluego.

"Han quitado a la médica que atendía una residencia de mayores con 70 personas", asegura un vecino. "Pides cita porque tienes fiebre, llamas el lunes y te dicen que para el jueves", cuenta otra vecina.

Almudena tiene tres hijos y, tanto su padre como su suegra tienen movilidad reducida. "Solamente viene el pediatra los jueves, y media hora. Con las personas mayores se tienen que acercar a visitarles cuando pueden", afirma Almudena.

Todos coinciden en que se está abandonando el medio rural y dejando que la despoblación se imponga