Con un alegato por parte de los presentadores de la gala, Yolanda Ramos, José Carlos Campos y Yanely Hernández, que han recordado que la libertad de expresión es un principio recogido en el artículo o 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y que tiene en los drags sus banderas, subía de nuevo al escenario del Santa Catalina uno de los personajes más aclamados, Drag Sethlas, en una procesión de Semana Santa.
Con esta apertura reivindicativa, el drag ha vivido sus últimos dos minutos como reinona del Carnaval de Las Palmas igual que llegó, como un huracán, vestido de Virgen María tal y como se presentó en su postulado ganador y acompañado de sus apóstoles, todos los candidatos al trono de 2018.
Precedido por el número que le hizo estandarte de la libertad el pasado año, Sethlas ha vuelto a hacer vibrar las tablas del Santa Catalina como un terremoto, aplaudido por el multitudinario público que desde su comienzo de reinado le han apoyado en su performance, plagado de polémica.
Recuperando su coreografía ganadora, Drag Sethlas volvió a arrasar en Santa Catalina, para sentarse a la mesa junto a sus discípulos en "Año 1 después de Sethlas" dejando claro que no importa el argumento de quien juzga el Carnaval, "quien esté libre de pecado que tire la primera piedra", ha aclamado.
Junto al drag saliente, los 18 candidatos al título de esta noche, han revolucionado al parque vestidos de apóstoles, en un espectáculo en los que han representado la escena bíblica de la última cena, inmortalizada por Leonardo Da Vinci y en esta ocasión, con el toque drag queen de transgresión y libertad que caracteriza al certamen más popular del Carnaval.
El apoyo se dejó notar, con un público enloquecido y con el arropo de sus compañeros, que coreando su nombre y roto en aplausos le han agradecido su valentía y firmeza en defender lo que es un derecho desde 1978 en España.
Drag Sethlas cede en esta noche el trono a Drag La Tullida, que como ha asegurado el ganador de 2018 es "su mejor amigo", tras un año de reinado convulso, plagado de la polémica de su fantasía ganadora, que elegida por el público se convirtió en apenas unas horas en "trending topic" mundial y que levantó ampollas entre la comunidad católica.
Varios representantes de la Iglesia, entre ellos el obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases, mostraron su desacuerdo con su espectáculo, en el que apareció sobre el escenario vestido de Virgen María y cerrando sus minutos de actuación como Cristo Crucificado.
La Asociación de Abogados Cristianos presentó tras su coronación una denuncia por atentar a los sentimientos religiosos, que pasó a la fiscalía y posteriormente al juzgado de instrucción número 8, en ambas ocasiones archivando el caso por no existir "intención de ofender" y estando su actuación justificada en el contexto del Carnaval.
Horas antes de la gala Drag Queen de la magia y las criaturas fantásticas, la Asociación de Abogados Cristianos ya advirtió que pondría una nueva querella contra Sethlas si insistía en su línea: "Seguiremos la gala Drag de esta noche, no vaya a ser que "La última cena" sea "La penúltima querella" a Drag Sethlas", han asegurado a través de su perfil social en Twitter.
Esta misma semana, la polémica que ha rodeado el mandato de Sethlas ha vuelto a liderar los medios, con la denuncia a Daniel Serrano por parte de la Hermandad de la Amargura el 7 de febrero a pagar 480 euros por hacer un montaje en Instagram de su cara en la imagen del Cristo Despojado. El llamamiento del denunciado en redes sociales hizo que consiguiese el dinero de la multa en apenas una hora.