Josefa tiene 84 años y lleva ya tres días sin agua ni luz, caminando entre los escombros de su casa en A Coruña, después de que un camión se empotrara, literalmente, en su vivienda. El conductor, que viajaba con un acompañante, está fuera de peligro.
Un accidente que la octogenaria relata sin poder contener las lágrimas, mientras muestra el reloj parado que marca la hora del siniestro. Desde entonces, tiene que dormir en la cocina, una habitación que es de lo poco que permanece en pie.
Pero es que para la anciana además llueve sobre mojado, puesto que es la tercera vez que un vehículo choca contra su casa, situada a tan solo unos centímetros de una carretera en la que no siempre se respetan los límites de velocidad. "Tiene que haber más control en las carreteras y sanciones más duras", reclama al respecto un vecino.
Imágenes impactantes que, por desgracia, hemos visto más veces, tal y como recoge el vídeo que ilustra estas líneas: siniestros similares han ocurrido también en Ramirás, en Ourense, donde un camión prácticamente engulló la casa contra la que chocó, o en Salcedo, Pontevedra, donde un taxi se empotró contra una vivienda tras caer por un desnivel de tres metros.
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Tienen miedo a represalias
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