Maxsoud Luiz, padre de Samuel Luiz, ha lamentado el crimen que acabó con la vida de su hijo. "Ni a un perro se le deja tirado en una cuneta, ni a un animal, y mi hijo allí estuvo, tirado", ha censurado.

La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido una nueva sesión del proceso contra cinco adultos para el caso de la muerte de Samuel Luiz el 3 de julio de 2021, en el que la Fiscalía pide penas de entre 22 y 27 años de prisión.

Esta jornada ha declarado el padre de Samuel Luiz que, junto con su mujer y su hija, padece secuelas psicológicas de los hechos, en concreto trastorno depresivo mayor crónico moderado y él está incapacitado de modo permanente con un cuadro residual de trastorno mixto ansioso depresivo.

Maxsoud Luiz ha calificado, entre lágrimas constantes, a su hijo como su "mejor amigo", "un niño que tenía un futuro por delante" cuando se lo arrebataron. "Vengo de una familia infeliz, que por la violencia de género y por la bebida se autodestruyó. Le enseñé a mi hijo valores, fue lo que le enseñé a mi hijo hasta el día en que me lo quitaron", ha asegurado.

"Mi hijo era una persona que tuvo una educación excelente, mi hijo era una persona que nunca bebió, no le gustaba estar en peleas, puedo decir que, a mi modo de ver y pensar, recibió una educación ejemplar, que tuvo en la iglesia conmigo y ahí nosotros educamos a la gente a ser buena gente", ha detallado.

Según su testimonio, era tan tranquilo que le decía que nunca se metería en líos porque él le daba ejemplo. "El consejo es que se apartara de la violencia siempre. Si hay algo, sal corriendo, apártate, porque se puede destruir una familia, siempre le enseñé eso", ha proseguido.

Maxsoud Luiz ha censurado el "odio" que recibió Samuel aquella noche y ha pedido que "quien tenga que pagar, que pague" porque lo que quiere es seguir con su vida mientras "hay muchas familias destrozadas, no hay una, hay muchas".

"Yo no nací para juzgar, yo nací para estar dentro de una iglesia para ayudar a la gente y enseñar valores (...) Lo que hicieron con mi hijo fue odio. Ni a un perro se le deja tirado en una cuneta, ni a un animal, y mi hijo allí estuvo, tirado", ha agregado. Ha relatado, además, que un día le preguntó por su orientación sexual a Samuel, pero él le respondió: "Papá, aún no es el momento".

Tras el asesinato de su hijo, su vida cambió porque le quitaron "lo que más amaba" y, "como a cualquier padre o a cualquier madre, si le arrancas un hijo, pierde el rumbo", por lo que ha desvelado varios momentos con pensamientos suicidas.

Ahora lo que quiere es seguir su camino "sin hablar", por lo que ha pedido evitar a la prensa y ha matizado que no venderá a su hijo ante los medios de comunicación: "Me ofrecieron muchas cosas por vender la vida de mi hijo, pero jamás", ha concluido.