"Estaba cazando y han venido los dos agentes rurales y me he puesto muy nervioso y...", así fueron las primeras palabras de Ismael con emergencias. Al otro lado de la línea estaba la operadora confusa que comenzó a preguntar: "¿Y ha ido usted o...?", a lo que Ismael responde: "Uf, ¿cómo se lo digo?". La operadora le vuelve a preguntar: "¿Ha tenido algún accidente?, ¿están heridos?".
Con voz pausada y aparentemente tranquilo explica lo que será la confesión de un asesinato. "Si bueno, están muertos los dos y he sido yo". Según el abogado de la acusación Ismael tuvo la frialdad de recargar su escopeta para efectuar los cuatro disparos. "Tiene un arma que solo tiene tres disparos por lo tanto tiene que recargar necesariamente", explica Pau Simarro, abogado de la acusación.
Desde el tiroteo hasta que realiza la llamada pasan 40 minutos, un tiempo que demuestra que tuvo en un principio la intención de huir. Algo que niega tajante su abogada e insiste en su arrepentimiento. "Está abatido, está triste, es consciente de lo que ha hecho", relata Montse Torres, abogada defensa.
La acusación va a pedir que sea juzgado por dos delitos de asesinato con alevosía y tenencia ilícita de armas. Como mínimo pedirán 40 años de cárcel.
Su familia ha interpuesto una denuncia
Un menor de 13 años, en el hospital tras recibir una paliza a la salida de un instituto de Granada
Un estudiante del mismo centro educativo le zancadilleó a las puertas del centro y comenzó a patearle. Fuera, continuó increpando al joven y golpeándole ante la mirada de las madres y de los padres que allí esperaban.