La Policía baraja como hipótesis más clara la posibilidad de que Abdelbaki es Satty muriera en la explosión de la casa de Alcanar. Su furgoneta ha sido hallada a apenas 15 kilómetros del chalet destruido y las autoridades lo entienden como un indicio más de que el imán podría haber fallecido en la explosión.
Buscando el cómo y el por qué de su radicalización, los investigadores siguen la pista a sus recientes viajes al extranjero, donde se habría reunido con miembros del autodenominado Estado Islámico. Podría haber sido en su país natal, Marruecos, o en sus visitas a Francia y a Bélgica, donde pasó tres meses en 2016, concretamente, en la localidad de Vilvoorde, conocida como ciudad de los yihadistas en el país centroeuropeo.
Allí, en la localidad belga de Diegem, Es Satty buscó trabajo como imán aunque al pedirle sus antecedentes penales desapareció; algo que no tuvo por qué hacer posteriormente en Ripoll, puesto que allí en ningún momento tomaron la prevención de exigirle su certificado de antecedentes.
En la mezquita de Ripoll lamentan que las autoridades no les alertaran de los antecedentes de Es Satty por narcotráfico. Algunos imanes alertan de que en España, muchos ejercen sin cualificación, algo que ocurre, explican, por falta de recursos económicos de algunas comunidades musulmanas.