El temor a un posible contagio de COVID-19 ha hecho que, desde marzo, muchos ciudadanos evitaran acudir a los centros de salud y a los hospitales. El motivo no es que haya menos patologías, sino que los ciudadanos han preferido buscar las posibles consecuencias de sus dolencias o problemas de salud por Internet.
Una búsqueda que podría llegar a ser obsesiva, una patología bautizada como 'cibercondría'. Según, Julio de la Torre, profesor de la Universidad Pontificia de Comillas, "del 90% de los ciudadanos de los países desarrollados, el 70% hace búsquedas de cuestiones relacionadas con la salud. De este 70%, prácticamente, entre el 12 y el 20% hacen una búsqueda excesiva y, hasta cierto punto, patológica".
Los efectos de la cibercondría son negativos para el ciudadano, que "busca sintomatología asociada a patologías y encuentra un alivio en un inicio, pero después se traduce en muchísimo más estrés", como ha explicado el experto.
Durante estos meses de pandemia, este tipo de trastorno se ha disparado como consecuencia de la falta de acceso al sistema de salud por los canales habituales por miedo a contagiarse de coronavirus.
Un ejemplo de ello es Cataluña, donde desde enero hasta octubre las visitas a los especialistas se han reducido un 33% con respecto al mismo periodo del año pasado. Lo que se traduce en casi 60.500 consultas menos cada mes.
Sin embargo, los expertos advierten: evitar acudir a estos profesionales en el momento adecuado puede tener graves consecuencias para la salud.
"Es importante que consulten. Muchas veces los problemas de salud si los abordamos desde el principio tienen una buena solución de forma mucho más fácil que si consultamos mucho más tarde o si manejamos en casa medicación que no estamos acostumbrados a manejar", ha expresado Concha Herranz, médica de Atención Primaria.
Por eso, afirman, es muy importante evitar los autodiagnósticos y la automedicación, y se debe acudir siempre a los profesionales médicos en el momento adecuado para evitar consecuencias desagradables.