El reloj inteligente permite a los padres controlar a sus hijos vía GPS, pueden incluso activar desde su móvil la opción de grabar audio y aquí está el problema: los profesores dicen que se sienten espiados. En Alemania ya lo han prohibido.
Una sencilla compra online y ya puede tener su reloj infantil inteligente, con una función muy controvertida. Si quiere saber lo que su hijo hace en todo momento, lo puede conseguir con este reloj inteligente.
Se coloca junto al niño y, desde otro lugar, los padres pueden ordenar mediante una aplicación de móvil que el reloj les llame para escuchar lo que graba el micrófono del reloj.
Una llamada automática de la que nadie se percata pero que permite a los padres oírlo todo. Un ojo y un oído gracias a estos 'smartwatch' que a los maestros les tiene preocupados.
Se sienten espiados: "Tenemos que confiar en los profesores. Cada profesor en su aula sabe cómo son los alumnos que tiene y es él quien tiene que poner las normas sobre de qué maneras se pueden utilizar los dispositivos electrónicos", afirma Carlos Fernández, presidente de la Asociación de Profesores de Madrid.
Dicen que no se les puede educar si se les está constantemente observando y que lo que se escucha se puede sacar de contexto. No es el único pero de esta tecnología que tanto se extiende.
Los psicólogos avisan de que los niños, para madurar, tiene que tener intimidad: "Con un control de 24 horas al día, haces que un niño pierda la capacidad de desarrollo y de valerse por sí mismo. No tiene imaginación ni recursos para afrontar problemas".
En España no hay legislación para estos dispositivos nuevos y los fabricantes avisan que "no están pensados para usarse todo el rato", sino para situaciones "muy puntuales".
En Cartagena
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