Alicia escucha con algo de envidia la historia de Maribelde cómo fue muy fácil encontrar su primer trabajo en el año 2000, cuando el paro juvenil era del 25% lejos de casi el 43% de hoy. "Solicitaban gente para la parte administrativa de un centro de formación, me presenté y desde entonces allí estoy", señala Maribel. "Hoy en día no encuentro ningún trabajo porque te piden experiencia en todos los sitios y de lo que gano un poco de dinero es de dar clases particulares a niños", señala Alicia.

Ellas son una muestra más de como los jóvenes viven pero que al comienzo de siglo, cuando solo 35% tenía más formación que lo que requería su trabajo. "Había libertad para decir 'en este trabajo no estoy cómodo y me voy al paro para buscar otro'", afirma Maribel ante la atónita mirada de Alicia que dice que eso le parece "imposible".

Lo mismo le ocurre a Yaiza, recién licenciada en idiomas y que sólo encuentra empleos temporales, un tipo de contrato que hoy se firma en el 70% de los casos. "He estado buscando trabajo de dependienta, de camarera, pero buscan gente para contratos temporales", señala.

Volvemos a la conversación de Maribel y Alicia, hablando ahora de lo difícil que es dejar la casa de los padres, algo que solo puede hacer el 26%. Gran culpa lo tiene el primer sueldo: hay que remontarse a 1993 para encontrarlo parecido.

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