Un menor trata de esconderse en la cabina de un camión, oculto junto al motor. La Policía lo ha detectado en un control rutinario cuando el vehículo ya estaba listo para zarpar a la Península.
La imagen corresponde a los puertos de Ceuta y Melilla. Cientos de menores intentan alcanzar las costas españolas ocultos como polizones en barcos.
"Los agentes se sitúan en sitios en los que consideran que los inmigrantes van a aprovechar para entrar en la península. Estos lugares pueden ser las rampas de acceso a los barcos o en los camiones que acceden a los puertos", asegura Elisa Rebolo, portavoz de la Policía Nacional.
Otro de los peligrosos métodos que utilizan estos jóvenes es tratar de acceder a las embarcaciones subiendo a pulso los cabos de amarre, aprovechando el descuido del personal de seguridad.
"Otras veces se esconden entre la carga, lo cual es muy peligroso porque no saben cuánto tiempo van a estar hasta que se cargue estos caminos", señala Rebolo.
En un mes, la Policía ha detectado 500 intentos de entrada a la Península, la mayoría de ellos son menores. Una brigada específica controla las rampas de acceso a los barcos y detecta a los inmigrantes escondidos. Algunos permanecen ocultos entre la chatarra almacenada indefinidamente, jugándose la vida.