Hacinados, así están los enfermos en algunos hospitales canarios como el Insular de las Palmas. Una situación que la gerencia negó el lunes, y que no gustó a sus empleados. Llevan desde ese día en huelga y se han concentrado a las puertas del centro.

Las camas se amontonan hasta casi tocarse. Hombres y mujeres,  juntos, tienen que lavarse y hacer sus necesidades en apenas centímetros de distancia. Hay pruebas que ni siquiera pueden realizarles. “Si tienes que hacer un tacto rectal, o alguna exploración abdominal a un paciente no puedes hacerlo”, denuncia Pancho Navarro, auxiliar de enfermería del Hospital Insular de Gran Canaria.

La saturación perjudica también el trabajo de las ambulancias porque no pueden liberar camillas y acudir con rapidez al próximo servicio. “Está tan colapsado que no podemos dejar al paciente y a veces tenemos incluso hasta 15 o vente minutos a que haya un hueco”, asegura Samuel Olivares, enfermero de ambulancia

La saturación es tal, que en el hospital de El Negrín, consideran el pasillo como espacio de trabajo, como refleja un planning del centro.En la sala de exploración del Hospital Insular de Las Palmas. no hay espacio ni para los médicos.