Las cifras no engañan. En los últimos 15 años, Europa se ha gastado 13.000 millones de euros para intentar frenar la inmigración ilegal, mientras que los traficantes han ganado 16.000 millones de euros. Unas cantidades que en víctimas es igual de sorprendente ya que 30.000 personas han muerto intentando alcanzar el sueño Europeo.

'El Confidencial' publica que vallas como la de Melilla o Ceuta cuestan al Estado 10 millones de euros al año, casi tanto como lo que Defensa e Interior gastan en comprar material para luchar contra la inmigración ilegal.

Un negocio en el que los únicos que se enriquecen, según la investigación, son las empresas que venden los sitemas de vigilancia y las mafias que consiguen traerlos hasta Europa. Sus beneficios ascienden a los 16.000 millones de euros.

Cifras millonarias que son generadas por la desesperación y el drama que viven muchos inmigrantes en busca de una vida mejor.