Un informe elaborado por Save The Children y ESADE (Diversidad y libertad: Reducir la segregación escolar respetando la capacidad de elección de centro) ha determinado que España es el tercer país de la OCDE con más segregación en Primaria, solo superado por Lituania y Turquía. Madrid, si fuese un país, ocuparía la segunda posición, tan solo por delante de Turquía.
Los datos aplicados a Primaria se han extraído a través del estudio de las Tendencias en Matemáticas y Ciencias (TIMSS). El informe PISA, utilizado para reflejar los datos de estudiantes de ESO, indica que, en esta etapa escolar, la discriminación se encuentra cerca de la media de la OCDE.
En esta línea, la segregación escolar por origen migrante (eliminando el factor socioeconómico) es similar a los niveles de la OCDE tanto en etapas tempranas como en la adolescencia en España. En esta última, por ejemplo, nuestro país se sitúa al mismo nivel que territorios como Suecia, Noruega o Canadá.
Las políticas educativas, claves
El texto no refleja la segregación en Primaria por cuestiones socioeconómicas, pero sí en la ESO. Así, Madrid se sitúa a la cabeza, seguido por País Vasco y Andalucía. Por el contrario, las Comunidades Autónomas que más trabajan en este aspecto son La Rioja, Cantabria y Canarias.
Si se tiene en cuenta el origen migrante de los escolarizados, País Vasco, Andalucía y Extremadura presentan las tasas más altas de discriminación, mientras que las más inclusivas han resultado ser Baleares, Navarra y Murcia. Esto tiene un impacto fundamental en las familias y su capacidad de elección de centro escolar. Unos niveles altos pueden traducirse en el rechazo instantáneo de ese colegio o instituto por parte de los padres, pasando del "lo que deseo para mis hijos" a "lo que no quiero para mis hijos".
Libertad de elección y otros factores
España figura como uno de los países con mayores niveles de libertad de elección de centro educativo en comparación con el resto. Así, España se sitúa en el décimo lugar entre los 135 países estudiados. En esta línea, el informe PISA valora que España es el séptimo país de la OCDE con más porcentaje de escolarización en centros privados.
Existen tres tendencias que afectarán a la cuestión de la segregación escolar y la demanda de las familias. El primero es el cambio demográfico y la caída de natalidad: menos niños implica, generalmente, más recursos, por lo que puede desembocar en una mayor demanda de centros privados.
La segunda es el crecimiento de las ciudades y la concentración, que puede provocar una caída de la demanda en zonas más despobladas y nuevas necesidades, lo cual podría reflejarse en la disgregación urbana. Y, por último, la competencia por el capital, que se traduce en una mayor competitividad y exigencia, normalmente asociados con centros privados.
Es fundamental asegurar una elección entre proyectos educativos equivalentes en calidad y servicio"
Los investigadores proponen tres medidas para paliar el impacto de esta discriminación. Aseguran que es "fundamental asegurar una elección entre proyectos educativos equivalentes en calidad y servicios; es necesario extender la posibilidad real de elegir para todos; las familias deben poder elegir centro en lugar de huir de él".
Así, las medidas giran en torno a la creación de una doble lista para alumnados socialmente aventajados y desaventajados, un cambio en el algoritmo de asignación, garantizar una financiación adecuada e impulsar la gratuidad y la dispensación de ayudas, o la apuesta por una financiación equitativa.