Aumenta la presión de padres y profesores en Cataluña para que el Govern regule el uso del móvil en las aulas. Alegan que es un problema de salud pública y, en caso de que surta efecto, convertiría a Cataluña en la cuarta comunidad autónoma, junto a Comunidad de Madrid, Galicia y Castilla-La Mancha, que prohíben el uso del móvil en clase.

Grupos de padres ya han conseguido reunir firmas para que se prohíba el uso del móvil en menores de 16 años (a través de una iniciativa en Change.org), y se han organizado por grupos de whatsapp y telegram que empezó una madre catalana para retrasar la llegada del primer móvil.

La percepción de los padres y de la comunidad educativa sobre lo perjudicial que pueden llegar a ser los móviles es cada vez mayor. Un cambio social que quieren miles familias. Un cambio de modelo que ya existe en otros países europeos.

Uso de los móviles por menores en Europa

En Países Bajos se ha decidido prohibir por ley uso de móviles, tablets o smartwhatchs. En julio, el Gobierno anunció un plan para prohibir el uso de móviles en las aulas de secundaria. Pero no será hasta el 1 de Enero de 2024 cuando se ponga en marcha. El Gobierno considera que este tipo de aparatos suponen un obstáculo para el aprendizaje y una distracción, que hace que los alumnos rindan peor. Se une así a la lista de países europeos que ya han tomado esta medida para evitar distracciones en las aulas.

Como Reino Unido, donde el ministerio de Educación ha publicado una norma para prohibir el uso de teléfonos móviles en colegios e institutos para conseguir así evitar la desconcentración y el acoso escolar. Una drástica medida que veta los móviles durante el horario escolar, aunque los estudiantes sí podrán utilizarlos en los trayectos de ida y vuelta hasta los centros. Dentro ya no se podrán usar en ningún momento, ni siquiera en los descansos, según la secretaria de Educación Gillian Keegan.

En Francia los móviles están prohibidos en las aulas desde 2018 por la Asamblea Francesa. Para todos los menores de 15 años. Solo puede usarse con fines pedagógicos, pero nunca recreativos.

Cada vez son más los países que dan marcha atrás en la utilización de la tecnología en las aulas. En verano, Suecia ponía el freno a su plan de digitalización de las aulas y apostaba por aumentar el uso los libros de texto. Detrás de esta medida, un retroceso en la comprensión lectora del alumnado en exámenes europeos. Y también en verano en Greystones, un pequeño pueblo irlandés de 18.000 habitantes todos se ponían de acuerdo, desde los padres a la comunidad educativa, para que ningún menor tuviera móvil propio hasta los 12 años. Un pacto voluntario para frenar la presión que se recibe para que los niños tengan el primer móvil. Tanto de otros padres como de otros menores. La excusa perfecta para no darles el móvil antes de tiempo.

El debate sobre los móviles y su uso por menores también está abierto en Italia, donde a partir del 21 de noviembre las operadoras telefónicas tendrán que instalar un sistema de control parental que limite el acceso de los menores de 18 años a casinos online, pornografía, violencia o discriminación