¿Es posible que sea completamente segura una pista de esquí? Esta es la pregunta que se hacen muchos esquiadores en Formigal tras la muerte de la niña de siete años sepultada por un alud.
Para los expertos en alta montaña las estaciones de esquí deberían poder garantizar que no se produzcan aludes que puedan invadir una pista y poner en riesgo la vida de los esquiadores, especialmente en las pistas azules o verdes, es decir las destinadas a principiantes, niños y esquiadores con menos experiencia.
Sin embargo, también admiten que en esquí no existe un riesgo cero y que cuando la naturaleza entra en juego puede jugar malas pasadas. El debate está en si las pistas deben cerrarse si no se puede aseguar al 100% que no sean peligrosas. En caso de accidente las pistas de esquí tienen un seguro que debe asumir las consecuencias.
Jorge Cruz, miembro de la Federación Madrileña de Montañismo asegura que "la sociedad invita a pensar que una estación de esquí es un parques de atracciones, cuyo riesgo es cero, y esto es un error" y añade que "las pistas se trabajan para que esto no ocurra".