Éxodo de personal por el pánico a afrontar una tercera ola de coronavirusen Madrid. Es lo que están denunciando las plataformas de Enfermería y sindicatos, que señalan que muchos trabajadores, agotados, sin grandes sueldos ni estabilidad laboral, están optando por pedir traslados a otras comunidades e incluso a otros países.
Es el caso de Carles Giménez, enfermero de UCI en Madrid, que hizo la maleta hace tan solo unas semanas para marcharse a Bilbao. "Me negaba a volver a repetir una tercera ola", afirma este joven sanitario, que asevera que no quería encontrarse, de nuevo, con "lo que te encuentras en las UCI de Madrid, que es totalmente un descontrol".
Un "descontrol" que achaca a una mala gestión de los recursos y del personal sanitario. "Venía gente a las UCI de consultas externas, de quirófanos... y eso es un peligro para todos nosotros", ilustra. A ello se suma un sueldo no demasiado abultado y el funcionamiento de la bolsa de empleo, que penaliza a los trabajadores si rechazan un contrato.
"Si tú dices que no, estás un año penalizado y no puedes trabajar hasta el año siguiente", explica Carles, que apunta que, en cambio, "en otras comunidades te penalizan un mes" por este mismo motivo.
No me veía capaz de afrontar otra ola"
A Amanda Bielza, por su parte, el mal recuerdo que le dejó la experiencia en IFEMA la ha llevado a rechazar sus últimos contratosen Madrid y marcharse a Valencia, ante la posibilidad de que la destinasen al nuevo hospital de pandemias, el Isabel Zendal.
Allí, asegura, "se iban a dar las mismas condiciones" que vivió en el hospital de campaña, cuyo funcionamiento recuerda como "caótico". La decisión de trasladarse, explica, fue una enfocada a recuperarse tras esa traumática experiencia. "No me veía capaz de afrontar otra ola", reconoce.
Un traslado a Afganistán
Los sindicatos y el Colegio de Enfermería de Madrid ya alertan de esta fuga de personal. "Recibimos más testimonios de enfermeras y enfermeros que nos llaman para decirnos que van a dejar su contrato para irse a otra comunidad", advierte Jesús García, portavoz del sindicato de enfermería SATSE.
Ante esta situación, desde el Colegio de Enfermería madrileño demandan "un plan que contemple lo que es de justicia" para las enfermeras y enfermeros, según manifiesta su portavoz, Mar Rocha. "Entendemos que es así como se mejora el sistema sanitario y se retiene ese talento y conocimiento", agrega.
Solo entre septiembre y diciembre se han producido más de un centenar de traslados con respecto al año anterior, de acuerdo con esta organización colegial.
Algunos profesionales incluso optan por marcharse a otros países. En el caso de Ángel Valbuena, su decisión ha sido aún más drástica y se trasladará a una zona sumida en el conflicto bélico: Afganistán. Con 20 años de experiencia a sus espaldas y sin haber logrado aún una estabilidad laboral, se muestra convencido de que allí las condiciones de trabajo serán mejores que en Madrid.
"Estoy atendiendo desde un cerebro a unas almorranas, sin saber ni con quién trabajo ni qué material tengo que utilizar. En la ONU sí que me permiten hacer este tipo de cosas, allí sí que me preparan, allí me enseñan", asevera este enfermero.
Desde la plataforma Sanitarios Necesarios, su compañera Pilar Grande resume así su dramática situación: "Prefería una zona de guerra antes que trabajar en Madrid".
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