La Inspección de Trabajo
apunta que ofrecer a las camareras un vestuario de trabajo que implique enseñar
gran parte del cuerpo y, en particular, zonas especialmente íntimas, como el
escote o los glúteos, es una "falta de consideración debida a la dignidad
profesional de las trabajadoras".
Considera que, en esta
situación, se presenta a estas camareras como un "reclamo
sexualizado" y no únicamente como una persona que está ejecutando una
relación laboral. En el local, mientras las mujeres vestían este tipo de ropa,
los hombre usaban camiseta naranja con el logo de la marca y pantalón largo.
En su informe, la
Inspección de Trabajo asegura que no está "debidamente justificada"
la selección del vestuario utilizado por las trabajadoras, ya que el puesto de
camarero exige la atención al público, el conocimiento de los menús
disponibles, servir y recoger mesas, tomar los pedidos, preparar algunas
bebidas o cobrar a los clientes, entre otras cosas.
Inspección de Trabajo
considera la situación como "una infracción muy grave en materia de
relaciones laborales" y ha extendido acta de infracción a la empresa. El
sindicato CCOO, que interpuso una denuncia a la empresa Hooters de
Castelldefels por las condiciones laborales de las trabajadoras, ha asegurado
que la cadena es muy conocida en Estados Unidos con el sobrenombre de
"breastaurant" o "restaurante de las tetas".
CCOO valora "muy
positivamente esta resolución", porque favorece la acción sindical para
erradicar esta práctica "discriminatoria y vejatoria" contra las
mujeres trabajadoras al "cosificarlas" (considerar a una persona una
cosa).
En el transcurso de las actuaciones de investigación de la Inspección de Trabajo, la empresa comunicó que dejó de operar bajo la marca Hooters y que el establecimiento sería sustituido por otra marca de restauración.