Eshaan Bilai, un pequeño de tres años, se encontraba jugando en su casa con su hermano mayor cuando se tragó una flecha de tres centímetros de uno de sus juguetes. Los servicios de emergencia intentaron reanimarle sin éxito, así, tras realizarle una reanimación cardiopulmonar no pudieron extirparle la pieza que estaba clavada en la garganta.

Según apuntó el forense mientras examinaba las posibles causas del ahogamiento, los juguetes estaban bien guardados y se habían tomado las medidas correctas para que no pasara nada. Además, explica que "no hay ninguna evidencia de falta de atención".