La brigada de criminalística de la Guardia Civil ha vuelto a la casa para inspeccionar minuciosamente cada detalle y descubrir el origen del humo que acabó con la vida de seis personas en una casa rural de Burgos.

No se descarta que en lugar de la chimenea, como se creía al principio, la chispa la provocara un cortocircuito. Prendió en uno de los sofás y aunque no llegó a haber llamas, el humo provocado por la combustión de muebles, empezó a extenderse por toda la casa. Las escaleras hicieron de chimenea y la parte superior, diáfana y sin puerta de acceso, se convirtió en una trampa mortal para quienes dormían en esa zona.

La voz de alarma la dio el único inquilino que resultó ileso. Para llegar hasta este bar, donde pidió ayuda, tuvo que saltar desde una ventana de la planta superior. Un grupo de chavales fue corriendo a socorrer a la familia. La puerta estaba atrancada y necesitaron una escalera para acceder a la ventana que había quedado abierta.

Momentos de angustia y una gran impotencia como la que, según los vecinos, llevó a uno de los supervivientes a intentar tirarse del puente de Tordómar. Un cumpleaños familiar truncado por un incendio que ha acabado con seis muertos y cinco heridos.