José está en paro desde años y apenas tiene recursos. Hasta hace poco pagaba 750 euros de gas natural al trimestre, por eso se vio obligado a cambiarse a la bombona de butano y ahora gastan 25 euros al mes. "Mi hijo tiene que dormir con bata y con mantas", comenta.
En un piso de casi 100 metros cuadrados viven cuatro personas y tan sólo con la bombona de butano, la casa apenas está caliente. Lo más duro, dicen, es ver como su hija algunos días pasa frío. Un familiar suyo les hizo la instalación de forma ilegal, porque según asegura, no hubiese podido costearlo. José aclara que "un familiar que traba en el mundo de la calefacción fue quien se lo montó".
Como él, cada vez hay más familas que por culpa de la crisis tienen que dejar atrás el gas natural en sus hogares, o bien porque directamente les cortan el suministro, o porque no pueden hacer frente.
La probreza energética en España impide pagar la luz a 9 de cada 100 españoles. Los expertos alertan de los riesgos que corren si no se hace una instalación adecuada, ya que "el mayor riesgo por la mala instalación es la explosión y el monóxido de carbono", según afirma el técnico de Guiagas David Jiménez.
Además, recuerdan que muchos incendios caseros son por causa de la pobreza energética que sufren muchos españoles.