El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha admitido que la Guardia Civil usó medios antidisturbios durante la tragedia de los inmigrantes de pasado jueves en Ceuta, pero de forma proporcionada, los "estrictamente imprescindibles", con carácter "disuasorio" y que no causaron muertes. Con estas declaraciones desmiente la versión que habían mantenido hasta el momento la Guardia Civil y su propio Ministerio. Además, Fernández Díaz ha insistido en la idea de que los inmigrantes fueron muy violentos.
Según el ministro las muertes fue por ahogamiento y no por violencia del cuerpo de seguridad: "Se ha dictaminado que todos los fallecimientos fueron por subversión, sin que aparecieran signos de violencia en los cuerpos". "En ningún momento el objetivo fue alcanzar a los inmigrantes, sino hacer visible una barrera disuasoria", insitió. Además, asegura que se siguió el protocolo cumpliendo los principios de oportunidad, congruencia y proporcionalidad: "Todos los lanzamientos se hicieron desde tierra, siendo la distancia superior como mínimo a los 25 metros"
El miércoles el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, se reunió en Ceuta con los agentes que prestan su servicio en la ciudad autónoma, de los que ha destacado su "impecable" labor para garantizar que se cumpla la ley. Fernández de Mesa anunció que los servicios jurídicos del cuerpo van a presentar una querella criminal contra "todos" los que han injuriado a los agentes de Ceuta.
Precisamente, en los últimos días las ONG han difundido diversos vídeos que cuestionan la actuación de los agentes con los inmigrantes y que han obtenido respuesta por parte de la Guardia Civil con otra secuencia de imágenes en la que se puede ver la agresividad de los subsaharianos.