La Fiscalía de Gipuzkoa ha archivado las actuaciones abiertas tras el suicidio de un menor en Eibar el pasado mes de noviembre tras concluir que no existen indicios de que éste fuera víctima de una situación de acoso, informa el Diario Vasco.
El menor se arrojó al vacío en la tarde del 2 de noviembre desde una ventana de su domicilio, que se encontraba en un tercer piso.
El Departamento vasco de Educación descartó entonces que el niño hubiese sufrido acoso escolar, mientras que en el club de balonmano rechazaron también que fuera "objeto de agresiones, mofas o trato vejatorio" por parte de otros menores en los entrenamientos o en la fase de competición.