El fiscal, que solicita la apertura de juicio oral ante un Juzgado de lo Penal, considera que los hechos por los que se investiga a Boza son constitutivos de un delito de robo con violencia e intimidación y un delito leve de lesiones.
Para la Fiscalía, el acusado, actualmente en prisión provisional por estos hechos, es "criminalmente responsable" de los delitos expresados anteriormente, en concepto de autor. Por ello, el Ministerio Público considera que procede imponer a Boza la pena de cuatro años de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena por el delito de robo y la pena de 50 días de multa con cuota diaria de 6 euros (300 euros en total), con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago de 25 días de privación de libertad por el delito leve, además del pago de las costas.
Cabe recordar que el juez de Instrucción número 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez Casillas, ha procesado a Boza al entender que existen "indicios racionales" de que habría cometido supuestamente un delito de robo con violencia con resultado de lesiones y utilización de instrumento peligroso.
Igualmente, el acusado, condenado anteriormente por delitos de conducción bajo influencia de bebidas alcohólicas, deberá indemnizar a uno de los vigilantes con 232 euros por las lesiones sufridas.
En el relato de los hechos, el fiscal señala que Angel Boza, sobre las 19,15 horas del pasado 1 de agosto, acudió al centro comercial El Corte Inglés de la Plaza del Duque de la Victoria de Sevilla, donde, "con la intención de hacerlas suyas sin abonar su importe, se apoderó, tras arrancar el dispositivo de seguridad que llevaban colocado, de un par de gafas de sol, cuyo precio de venta al público era de 148 euros".
A continuación, se dirigió a la zona de parking, donde tenía estacionado su vehículo, con el fin de abandonar las instalaciones, estando localizado en todo momento por el servicio de seguridad del establecimiento.
"Como quiera que el acusado fue seguido en el interior del aparcamiento por uno de los vigilantes, encontrándose ya a bordo de su turismo, de la marca Opel Astra, y dispuesto a abandonar el parking, fue requerido por un segundo vigilante, que le esperaba al final de la rampa de salida, para que detuviese el vehículo, momento en que aquél, con la intención de conseguir huir en poder de las citadas gafas de sol, aceleró bruscamente, golpeando a este segundo vigilante en la cadera, consiguiendo darse la fuga, no sin antes golpear en una mano aun tercer vigilante cuando este se interpuso en su trayectoria con el mismo objetivo que de el acusado detuviera su marcha", explica la Fiscalía en su escrito.
En su relato de los hechos, el fiscal señala que Boza, poco después, tras circular por diversas calles, fue interceptado por efectivos de la Policía Local en la avenida Menéndez Pelayo de la capital, siéndole intervenidas las gafas sustraídas sin daño alguno. Como consecuencia de su acción, uno de los vigilantes sufrió contusión a nivel de pared abdominal derecha con hematoma subyacente, que precisó para su curación de una primera asistencia facultativa, y que le supuso siete días de perjuicio personal básico, uno de los cuales fue de pérdida de calidad de vida moderada.
Boza, que antes de estos hechos se encontraba en libertad provisional junto a los otros cuatro miembros de La Manada a la espera de sentencia firme por los hechos de Pamplona, actualmente se encuentra en prisión provisional desde el día 2 de agosto por el robo de las gafas, situación recurrida ante la Audiencia Provincial de Sevilla por su abogado, Agustín Martínez. En este sentido, la Fiscalía, en su escrito, señala que procede mantener la situación de prisión provisional del acusado.
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