Angrea Grinage, de 31 años, fue atacada en el baño de su apartamento por su novio para que perdiera el bebé que estaba esperando. A pesar de sufrir quemaduras graves en la mayor parte de su cuerpo, consiguió contarle a la policía lo que ocurrió y quién era el atacante.
"Fue muy valiente", ha asegurado la portavoz policial Jennifer Donelan. "Queremos que su familia sepa lo valiente que fue, sufriendo como estaba, se preocupó de su hijo, lidiando con las heridas y fue capaz de compartir información con nosotros", ha defendido Donelan.
Según fuentes policiales, Grinage seguía quemándose cuando pegó en la puerta de su vecino para pedir auxilio. El bebé, que nació siete semanas antes de lo que le corresponde, está mejorando y su madre, también.