Todavía sale humo de las ascuas, los que han aguantado caminan entre mantas y hierros quemados. Una vez más, el Monte Gurugú ha sido arrasado en medio del hostigamiento de las fuerzas marroquíes contra los subsaharianos que malviven en el bosque.

Impotentes nos enseñan cómo han quedado sus tiendas, su único refugio. Aseguran que los mehanis llegaron hace cuatro días de madrugada, más violentos que de costumbre. Les pegaron con palos y piedras y prendieron fuego a todo, hasta a la poca comida con la que contaban.

Ellos pudieron esconderse y evitar el desalojo pero otros 500 compañeros no tuvieran esa suerte. Esta redada se ha producido unos días después de llegaran a España 125 embarcaciones con más de 1.200 personas y se produjeran siete intentos de salto en solo cuatro días.

Según las ONG, todo responde a una estrategia del gobierno marroquí. Por eso el monte Gurugú ya empieza a levantarse de nuevo. Ni ha desaparecido ni desaparecerá de momento.