Galicia retoma poco a poco la tranquilidad tras una semana en la que muchas zonas fueron pasto de las llamas, principalmente el sur de la provincia de Pontevedra y la península del Barbanza, situada entre las rías de Muros y Noya y de Arousa.

Solo dos incendios localizados en las parroquias de Xuño y Caamaño, en el término municipal de Porto do Son, en A Coruña, permanecen en 'Situación 2' al estar próximos a núcleos de población.

El jefe del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha vinculado la alta cifra de incendios de los últimos días, que han quemado más de 6.500 hectáreas, a la elevada actividad incendiaria y a las complicadas situaciones climatológicas.

Una mujer fue sido detenida como presunta autora de 15 incendios justo cuando trataba de prender otros siete focos en Cerceda, A Coruña.

La climatología no ha ayudado tampoco a luchar contra las llamas debido a las altas temperaturas y a las fuertes ráfagas de viento alguna jornada. Los equipos de extinción y los propios vecinos, cuya colaboración ha sido crucial en muchos casos, han librado una batalla encarnizada contra las llamas.

El humo, visible aún en el ambiente, ha cubierto numerosos núcleos de población alcanzando a grandes ciudades como Vigo o Santiago de Compostela por la proximidad de los incendios.

Numerosas viviendas en núcleos rurales han tenido que ser desalojadas por las llamas en los últimos días y el humo también ha obligado a evacuar un cámping en la parroquia de Oleiros, en Ribeira, A Coruña.